A los pocos minutos del gol de Campos, Pruden consiguió de cabeza el tercer tanto para los colchoneros, que se acercaban peligrosamente a la remontada. Sin embargo, el conjunto blanco venció por un gol que, según los rainguistas, se marcó con la mano. Sin embargo, el Athletic no se echó atrás y siguió jugando con fuerza e intensidad. La línea media del Celta quedó totalmente inutilizada, y los rojiblancos se hicieron dueños del partido.